Entrevista a Paloma González García, presidenta del Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología 2019.

 

Paloma González, presidenta del Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología 2019.

Paloma González García es geriatra y presidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología (SAGG) y este año presidenta del Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología 2019. Hablamos con ella sobre el reto de ejercer como anfitriones en el 61º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y el 26º Congreso de la Aragonesa que se celebrará los próximos 12, 13 y 14 de junio en Zaragoza y sobre las cuestiones más importantes que debatirán los expertos en este encuentro anual.

 

¿Qué supone para vuestra sociedad el acoger el Congreso Nacional de Geriatría y Gerontología 2019?

Ante todo es un honor, además de un reto porque somos una sociedad pequeña (en torno a los 150 socios) y con una dispersión geográfica importante entre las tres provincias de la comunidad autónoma. Por otro lado, constituye una oportunidad de oro para dar visibilidad tanto a la población mayor como a los profesionales que vocacionalmente nos dedicamos a su atención.

 

¿La Geriatría y la Gerontología gozan de buena salud en Aragón?

Gozan de buena salud relativa, susceptible de mejora. De hecho, el Consejo de Mayores recientemente ha preguntado en las Cortes de Aragón sobre la atención al anciano en la comunidad. Y ha solicitado el aumento de especialistas en geriatría, puesto que sigue habiendo cuatro hospitales que no tienen ningún especialista en su plantilla.

La escasez de médicos es lo que más llama la atención, pero indudablemente podríamos decir lo mismo de otras profesiones como trabajo social o terapia ocupacional. Es un aspecto que claramente debe mejorar, si tenemos en cuenta que el 21,6% de los aragoneses supera los 65 años. Aunque no es ese el dato más importante.

De hecho, en Aragón se encuentra el 3,5% de centenarios españoles, 550 ancianos con edades de tres cifras viven en nuestra comunidad: 340 en la provincia de Zaragoza, 128 en Huesca y 82 en Teruel.

 

¿Por qué el lema del Congreso es “Cada vez más mayores: la vejez en positivo”?

Hace diez años el número de centenarios en Aragón era sólo de 296, pero en la actualidad hay más personas mayores, y cada vez son más mayores. Es una cuestión de cantidad tanto por la proporción de mayores como por la edad que alcanzamos, y también de calidad, cada vez vivimos más tiempo y mejor. Esto se debe, entre otras cosas, a los avances sanitarios, aunque probablemente sea más importante el papel de las mejoras sociales y de factores como la cohesión vecinal. Esta última se nota mucho en nuestra región, tanto en el medio rural como en las ciudades, donde existe mucha vida de barrio. Eso permite a nuestros mayores tener un envejecimiento de calidad.

Lo que nosotros queremos transmitir es una visión positiva de este envejecimiento, pues tener la posibilidad de envejecer es un privilegio, y hacerlo con calidad no tiene precio. Necesariamente la población mayor tiene que verse como una parte más de la sociedad, con capacidad de aportar experiencia y entusiasmo, de colaborar en temas de cohesión social, por ejemplo. Desde la SAGG luchamos contra la estigmatización del anciano como persona dependiente, triste o pasiva. Lo que queremos es destacar que existe un envejecimiento positivo y de calidad, porque esa es una realidad también.

 

¿Se trata de un punto de vista ligado a la prevención?

Tenemos que tener un sistema sanitario y social que no sea reactivo sino proactivo. En el caso del Sistema de Salud de Aragón se potencia muchísimo este punto de vista de prevención. Tanto a nivel sanitario como en centros sociales se están haciendo espacios conjuntos. Por ejemplo, en Teruel se hacen los paseos por el río donde se juntan cada día personas mayores y forman grupo de actividad física que tiene la lectura de cohesión social y segundo de bienestar físico y envejecimiento saludable, y esto ocurre en todo Aragón.

 

¿Este enfoque proactivo ante el envejecimiento queda reflejado en el programa científico?

Sí, de hecho, la primera sesión plenaria lleva precisamente como título el lema del congreso, “Cada vez más mayores: la vejez en positivo”. Hablaremos del reto sociodemográfico, de los límites biológicos de la supervivencia, y en lugar de sobre la fragilidad hablaremos sobre resiliencia.

 

¿Qué novedades habrá en este Congreso?

Todavía quedan por cerrar algunos detalles, en breve difundiremos toda la información. Sí me gustaría resaltar que este año hay elecciones para renovación de la Junta Directiva tanto en la SEGG como en la SAGG, aunque en el caso de la sociedad autonómica hemos decidido posponer la asamblea extraordinaria a primeros de octubre para facilitar que los socios de la SAGG, que también lo son de la SEGG, puedan acudir a la asamblea y a la votación de la nacional, al margen de que encajar dos asambleas ordinarias, dos extraordinarias y dos votaciones en dos días y medio efectivos de congreso es prácticamente imposible.

 

¿Qué puede ofrecer la ciudad de Zaragoza a los congresistas?

Se trata de una ciudad a la que es fácil acceder, con una capacidad hotelera importante y que, además, tiene una red de transporte púbico muy buena. Animo a los congresistas a utilizar las bicicletas el Ayuntamiento, que permiten moverse de manera saludable y como es una ciudad muy plana no supone un esfuerzo físico desplazarse por el carril bici que recorre toda la ciudad. Lo único, que a veces hay que luchar contra el viento (comenta entre risas).

La oferta cultural es difícil de mejorar: el foro romano, la Seo, los palacios renacentistas, museos como el Pablo Gargallo, que merece la pena tanto por el edifico como por las exposiciones… Lo que destacaría sobre todo lo demás es que Zaragoza es una ciudad de gentes acogedoras y que los congresistas se van a sentir como en casa.

 

¿Un consejo para los asistentes a esta cita anual con la Geriatría y la Gerontología?

Un consejo para las chicas: no traigáis faldas de vuelo. Lo digo medio en broma, pero yo no lo echaría en saco roto (risas). Ahora en serio: ya antes de empezar la residencia, cuando era alumna interina de Geriatría, el que fue mu jefe durante varios años, José Manuel Ribera, me dijo que a los congresos se iba tanto a aprender como a mantener el contacto con los colegas y hacer nuevos contactos profesionales. Pedro Gil, mi tutor, me demostró, tanto durante la residencia como a lo largo de mi vida profesional, que eso es cierto. Por mi cuenta he aprendido que además se va a “pescar” profesionales, a buscar los mejores jefes para “tus chicos”, a pedir consejo… Y eso es lo que me gustaría decirles a los asistentes que vengan este año al Congreso de Zaragoza 2019: que acudan dispuestos a aprender, y, sobre todo, a mantener esa cohesión tanto profesional como social que es el futuro de nuestra profesión y de nuestros mayores.

 

Entrevista publicada en la Gaceta de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, primavera 2019, Año 18, número 65: https://www.segg.es/media/gaceta/65/

 

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